
Cuando necesitan rendir más, estudiantes y deportistas recurren a técnicas ancestrales de concentración.
Los exámenes y las competencias son, para estudiantes y deportistas, momentos en los cuales suelen elevarse los niveles de estrés. Bien canalizado ese estrés puede ser favorable, porque aumenta el rendimiento. Sin embargo, antes del desafío la falta de concentración puede jugar en contra.
Hace más de 5.000 años surgió en la India una disciplina cuyas técnicas ayudan a mejorar
En el SwáSthya Yôga (se pronuncia suástia ioga), que es la codificación contemporánea del Yôga Antiguo, la concentración constituye la base para una de las técnicas más poderosas: la meditación.
El foco en un único estímulo también descansa la actividad cerebral. El entrenamiento debe ser progresivo y placentero. Cuanto más se practica, más fácil resulta.
Las técnicas
Antes de empezar cualquiera de éstas técnicas elija una posición cómoda, preferentemente sentado y con las piernas cruzadas. Cuide que su espalda esté bien erguida, y que la cabeza continúe la línea vertical de la columna vertebral. No tensione los hombros ni los brazos. Haga algunas respiraciones nasales, lentas, profundas y silenciosas. Manténgase todo el tiempo bien lúcido y despierto, prestando atención a esta práctica
Cierre los ojos y visualice un triángulo. No deje que sus pensamientos se dispersen. Mantenga la imagen del triángulo nítida y sin interferencias durante un minuto. Al día siguiente, dos minutos. Aumente el tiempo a razón de un minuto por día hasta llegar a 20 minutos. Después, pase a la próxima técnica.
Otórguele un color al triángulo. Los colores fríos (por ejemplo, el celeste) suelen ayudar a
Proporcione un color al fondo y mantenga la concentración, diferenciando claramente el color del triángulo y el del fondo, sin distraerse.
Para una técnica aún más avanzada, reemplace el triángulo por otra figura geométrica, sin distraerse durante todo el tiempo que se haya fijado. Cuando domine esta imagen, pase a la siguiente.
Cuente mentalmente, visualizando los números, de uno en adelante, hasta que no lo consiga más por falta de concentración. Cuando llegue a 20 minutos, agregue progresivamente color a los números. Después, podrá variar el color de número a número. Pruebe con todos los números de un color y el fondo de otro y finalmente, mantenga el color de fondo y substituya el color de los números.
Al conquistar estas técnicas, habrá entrenado a su cerebro para aquietarse voluntariamente, concentrando su atención en lo que le sea necesario.
Bibliografía consultada: DeRose. Yôga Avanzado. Ed. Longseller. 2005.
Natalia Sanmartín Gil
natalia_sm@uni-yoga.com.ar
www.uni-yoga.com.ar
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